La Sala de Espera del Depósito – 4
Bajaron al parking del tanatorio donde, en la zona acotada para los directivos, había siempre una plaza reservada para la policía.
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Bajaron al parking del tanatorio donde, en la zona acotada para los directivos, había siempre una plaza reservada para la policía.
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Aquella noche no pudo cenar.
– ¿Estás segura de que te encuentras bien Ros? –
– A lo mejor tengo un poco de catarro o me ha sentado algo mal a mediodía. No te preocupes Ana – Ana no dijo nada pero la preocupación no desaparecía de su cara.
– Venga Ana, que porque no cene una noche no me va a pasar nada y a lo mejor le hago un favor a mi culo –
– Siempre con tus complejos Ros … – se fue murmurando por el pasillo.
Continúa leyendo «Por Primera Vez – 4»
Sobre la marcha, el inspector López Bravo decidió que no se podía llevar a ese hombre a comisaría para interrogarle.
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Hacía frío en la sala de autopsias.
En el centro, a unos tres o cuatro metros de la puerta, había una mesa de quirófano, con la inmensa y potentísima lámpara de cirugía encima.
Encima de la mesa, un cuerpo cubierto con una sábana. Era de agradecer el detalle de que no hubieran dejado al descubierto los pies desnudos con una etiqueta identificativa colgando del dedo gordo como en las películas americanas.
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Luisa Márquez tiene 9 años y últimamente no se encuentra muy bien, sin embargo eso no es lo que le preocupa, lo que la tiene intranquila es su madre, la ve preocupada y aunque no le dice nada, está segura de que es por su culpa
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Ángel Iglesias espera sentado en la sala de espera del depósito de cadáveres. Agarra en las manos un sobre de papel grande, de casi el tamaño de una bolsa, en el regazo, con la espalda encorvada sobre él.
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Porque aunque he intentado evitarlo, porque aunque odio y amo escribir a partes iguales, porque aunque el hacerlo me supone más dolor, esfuerzo y sufrimiento que placer…
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